Paco Zubillaga. Elegía infame

Tengo el muro de Facebook atiborrado de aforismos de plástico reciclado, esas lentejuelas de sabiduría  sobre bellos paisajes evanescentes que funcionan como un top manta de conocimiento  filosófico. Hay quien las atesora como bálsamos para la conciencia  desconcertada. Personalmente creo que muchas de estas sentencias, descontextualizadas y desprovistas de argumentación,  son como pompas de jabón, bellas y rutilantes al trasluz pero inútiles y vacías.
Últimamente proliferan  las que aconsejan vivir el presente y despreciar todo lo demás (Justo ahora. Dios!! con la que está cayendo).
P1110587Leo en la prensa que el día 8 de abril falleció mi amigo y reconocido fotógrafo Paco Zubillaga y caigo en la cuenta que, tan absorbido por el presente, hace más de diez años que habíamos perdido el contacto. Zubi, jubilado desde hacia tiempo, decidió deshacerse de todo cuanto le unía a Gandia y trasladarse con su mujer  a una residencia en Ronda (Málaga) donde vivían algunos familiares. Y ya está.
Pero durante algunos años  compartimos una buena amistad y tuve la suerte de acompañarlo en algunos de sus  trabajos que para mi fueron impagables  tutoriales  fotográficos. Debo decir que Zubillaga no era un buen profesor, le incomodaba enormemente desarrollar ordenadamente un tema, en cambio, si estabas atento, sus consejos puntuales resultaban muy asertivos.  La Universitat Popular de Gandia le ofreció  realizar cursos de fotografía, pero se excusaba diciendo que no le gustaban las aulas, que era hombre de calle. En una ocasión decidió considerarlo con una condición: se reuniría con los  interesados para valorarlos y seleccionarlos antes de decidirse. Su prestigio profesional atrajo muchos interesados. No recuerdo por que motivo participé en esa reunión, sí recuerdo que habló poco y se mostró amable. A los pocos días comunicó su decisión: declinaba el ofrecimiento. Solía jactarse de ser autodidacta pero al mismo  contaba que su padre también ejerció de fotógrafo profesional, incluso que gozaba de bastante prestigio en la «buena sociedad malagueña». Las comillas pretenden reflejar la ironía original. Así solía comportarse el Zubi, independiente y rebelde hasta la insolencia. Hubo quien dejó de tratarlo por  considerarlo un viejo cascarrabias que no se cortaba un pelo aunque  sus comentarios pudieran ofender.
P1110573Como fotógrafo era meticuloso y preciso, poseía un  ojo privilegiado, de esos que ven cosas que los demás no vemos y procesan con total nitidez la imagen en su cerebro antes de disparar. En una ocasión me pidió que lo acompañara a Pego, una localidad de Alicante, en la que  se hacían unos carnavales  que  habían adquirido mucho renombre. Miles de personas disfrazadas llenaban  las calles bebiendo, riendo y bailando. No sé que esperaba encontrar  Zubillaga, tal vez el ambiente elegante y sofisticado de Venecia. Pasadas las tres de la madrugada, decepcionado y aburrido, decidió que nos marcháramos. No había realizado ninguna foto, ni un solo  disparo. Sin embargo hizo guardia con su cámara varios días frente a un muro con carteles de políticos en campaña electoral, esperando que volviese a aparecer un perro que había visto meando sobre los carteles y convencido que los  animales son de costumbres fijas. Y la foto existe.
P1110590Para un encargo de la Oficina de Turismo realizó una foto nocturna  con  los fuegos artificiales de todas las fallas de la ciudad iluminando el cielo al mismo tiempo. Las fallas se encienden consecutivamente siguiendo el orden de las categorías y los premios, así que con un grupo de amigos y un par de botellas de brandy subió a la montaña que está justo frente a la ciudad. A cada explosión que encendía el cielo negro Zubi retiraba la tapa del objetivo el tiempo calculado y luego volvía a taparlo y así repitió la jugada con cada falla que ardía. Claro, aun no conocíamos Photoshop. Sobre la mitad del cartel se aprecia una fina linea azul  ascendente producida por el desplazamiento de un astro.
Cuando estaba en activo se desplazaba por todo el país haciendo fotos para los encargos que recibía, todavía aparece su nombre en los créditos de varias guías de viaje o de cocina, sobre todo de la editorial Everest. En Gandia documentó el gran cambio que vivió la ciudad en la época del boom urbanístico. La mayor parte de esa colección forma parte ahora del Archivo Municipal.CA-0252_0002 copia Siempre nos llevamos muy bien,  tuve  el privilegio de acompañarlo en alguno de sus encargos y también él acudía con frecuencia a mi taller,  pasamos muy buenos ratos dialogando. Me acuerdo de su conversación pausada y salpicada de chispas de humor levemente surrealista y, a veces, con aforismos extraños e inesperados que te forzaban algún tipo de reflexión. Decía,  por ejemplo, que la fotografía en color debería haberse inventado primero y sólo después la foto en B/N, dado que el color es lo connatural mientras el B/N es en realidad una abstracción producto del pensamiento humano.

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4 comentarios en “Paco Zubillaga. Elegía infame

  1. Gràcies, Boro, pels teus records. Els qui coneguérem Zubi sabem que l’has descrit perfectament i que, certament, la seua compañía ens creava una sensació estranya: d’incomoditat, d’una banda, però de tremenda riqueza per una altra. Hi ha milers d’anècdotes que ho corroboren

    • Si que es cert que pel seu caràcter generaba moltes anècdotes. Per cert, eres la persona indicada per corroborar la que relate sobre la seua negativa a donar clases a l’UPG després de estar casi a punt. En eixa época dirigies la Universitat Popular

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